Wednesday, January 18, 2012

On pets and stray bullets


Es alarmante ver como en este país, el abandono/ maltrato de mascotas y la insensibilidad humana se han convertido en una plaga. En tan solo una semana, vi 5 perros asesinados por conductores negligentes en la carretera # 2  en el tramo de Añasco a Isabela, a dos amistades cercanas un conductor negligente les asesino a sus mascotas y recibí 4 notificaciones de Facebook de amistades que estaban buscando hogares para perritos que habían encontrado abandonados en zafacones de basura. Esto es algo serio. Si no tenemos la responsabilidad ni la sensibilidad de tomar responsabilidad de nuestras acciones para con los animales indefensos, como esperamos que los números de asesinatos y actos criminales bajen? Como pretendemos que los actos atroces contra nuestros hermanos y hermanas humanos cesen? Cuál es el futuro de las generaciones venideras si lo que les estamos dejando es un legado de egocentrismo, egoísmo e insensibilidad?
Cuando abandonas y/o maltratas una mascota, es como abandonar y/o maltratar a un bebe indefenso. Ese animalito, igual que un bebe recién nacido esta confiando en ti para que lo protejas y lo ames y al ser maltratante es como si le dijeras a ese recién nacido: “Sabes qué? Yo ya no quiero ser responsable por ti, muérete o que se encargue otro”. Si queremos  en realidad que se acaben los incidentes como el que asesino a Karla Michelle (15), Francisco J. Cancel (14), y muchos otros inocentes, empecemos por concientizar y educar en sensibilidad humana y en respeto a la vida ajena y en trato digno a todos los seres vivientes. Por que pasarlo en los medios de comunicación por tres o cuatro días corridos mientras la noticia esta caliente y dar condolencias a la familia no resuelve el problema.  Al contrario, lo glamoriza de una manera morbosa y nauseabunda.  Enseñemos que toda vida, por simple que sea es valiosa y no tenemos derecho a destruirla. Ensenemos responsabilidad, que todo acto tiene consecuencias, que no se adopta una mascota por qué se ve linda mientras es pequeña y luego cuando crece la amarro en el patio a agua sol y sereno hasta que alguien más quiera tomar la responsabilidad o hasta que se muera. Que no se dispara al aire sin pensar que un acto irresponsable le costara la vida a un inocente que podría ser mi hijo(a), sobrino(a), hermano(a), etc. Si nos acostumbramos a aceptar las causas negligentes de sufrimiento y muerte como algo de nuestro diario vivir, entonces tendremos que dejar de llamarnos humanos, pues la cualidad que se atribuye al nombre ya no estará presente para guiar nuestras acciones, habremos dejado perder nuestra humanidad. Démonos cuenta que el cambio empieza dentro de nosotros, con acciones tan sencillas como darle los buenos días a la persona que pasa por tu lado mientras caminas o conduces hacia el trabajo o la escuela, con respetar que la persona delante de ti estaba allí primero y esperar tu turno, con darle la otra mejilla al que pierde la paciencia y se comporta de manera inadecuada al demostrarle con acciones positivas y no con insultos que sus acciones no serán toleradas, con dejar de ignorar los actos de maltrato que cometen las personas a nuestro alrededor e intentar compartir información educativa con ellos y si no, reportar su negligencia a las agencias pertinentes para que tomen cartas en el asunto. Por último pero no menos importante, una mascota es una fuente de amor incondicional mientras dure su vida pero al mismo tiempo es una responsabilidad que requiere dedicación y compromiso, por favor, si está consciente que ni usted ni sus seres queridos pueden comprometerse a proveerle calidad de vida a una mascota NO ADOPTE NI REGALE MASCOTAS, no son juguetes;  son seres vivientes que sufrirán las consecuencias de su negligencia de la misma manera que un niño sufre la negligencia de padres irresponsables. Tengamos corazón y sentido común.
Y para que vean lo cerca que esto nos toca a todos comparto un ejemplo de la comunidad en la que vivo. A principios de año todos los residentes del área en donde vivo nos quedamos sin servicio de internet al mismo tiempo. Al llamar al proveedor del servicio, ellos no podían explicar que era lo que sucedía ya que sus sistemas no habían reportado averías en el área. Cuando el técnico de la compañía que provee el servicio se subió al poste a verificar la conexión se encontró con una interesante sorpresa. El servicio se había visto interrumpido por que una bala había impactado la caja de servicio que hay en el poste. Alrededor de ese poste, a menos de 15 pies de distancia hay 6 casas, la mía incluida y en 4 de ellas hay niños. Es una pena que tengamos que confiar nuestras vidas a la suerte y no podamos contar con que vivimos alrededor de personas responsables y conscientes del valor de la vida ajena.